Las vacunas son uno de los pilares fundamentales de la medicina preventiva. A través de la aplicación de vacunas conseguimos proteger a nuestras mascotas de enfermedades infecciosas muy graves que pueden poner en riesgo la vida del animal. El microchip es la herramienta imprescindible para identificar y recuperar a nuestra mascota en caso de pérdida.
Las vacunas contienen microorganismos o fracciones no patógenos que al ser introducidos en un organismo tienen la capacidad de estimular las defensas. El organismo genera una respuesta inmunológica específica que en un futuro contacto con el microorganismo protege el animal de la infección por que está es combatida mediante los anticuerpos.
Los cachorros nacidos de una madre vacunada correctamente y que los amamantan de modo natural, suelen estar protegidos hasta aproximadamente 6 semanas de edad por los anticuerpos maternales. A partir de esta edad es cuando el cachorro está muy expuesto a las enfermedades porque su sistema inmune es muy inmaduro todavía y carece de anticuerpos específicos para las enfermedades infecciosas.
Desgraciadamente, por desconocimiento, esta edad coincide con la adopción o compra de los cachorros factor que induce un cambio alimentario demasiado repentino (de la leche materna a la comida sólida) y un estrés de adaptación a la nueva casa que supone un esfuerzo para todo el organismo y en especial para el sistema inmunitario que se ve expuesto a nuevos entornos con nuevos gérmenes.
A partir de esta edad es cuando se recomienda empezar la vacunación de los cachorros. Empezar una inmunización temprana nos permite tener el animal protegido lo antes posible y así podemos aprovechar también la etapa de socialización que acaba antes de las 12 semanas de vida.Sin embargo es importante saber que un protocolo inadecuado de vacunación en un cachorro es contraproducente. Últimamente, en la Clínica Veterinaria Son Dureta hemos atendido urgencias, sobre todo en cachorros provenientes de adopción en los cuales se le han inoculado en una sola dosis todas las vacunas a edades inadecuados (4-6 semanas) consiguiendo un efecto completamente contrario al deseado, ya que dicha “bomba” hace que el sistema inmunológico decaiga a niveles demasiado bajos con lo cual el cachorro contrae las enfermedades por las que a priori han sido vacunados. La vacunación en cachorros debe de hacer siguiendo un protocolo paulatino a fin de que las defensas sean estimuladas y no eliminadas.
A los perros se les vacunan contra: parvovirosis, hepatitis infecciosa, moquillo, leptospirosis, tos de las perreras, leishmaniosis y la rabia. A los gatos se les vacuna contra la rinotraqueítis viral, calicivirus, panleucopenia, leucemia, peritonitis infecciosa y rabia.
Las formas de vacunar, el número de dosis y las enfermedades que se incluyen en la vacunación habitual varían mucho según la zona donde vivimos y la incidencia de las enfermedades en la dicha zona.
En la Clínica Veterinaria Son Dureta, ubicada en Mallorca recomendamos el siguiente protocolo de vacunación:
En perros:
A los perros se les vacunan contra: parvovirosis, hepatitis infecciosa, moquillo, leptospirosis, tos de las perreras, leishmaniosis y la rabia.
- primera vacunación a las 6 semanas contra la parvovirosis
- segunda vacunación a las 8 semanas (tetravalente)
- la tercera vacunación a las 12 semanas (pentavalente)
- la vacuna de la rabia a las 16 semanas
- la vacuna contra la leishmaniosis a los 6 meses de edad (3 dosis a un intervalo de 3 semanas cada una)
- en adultos recomendamos la vacunación anual con hexavalente y CaniLeish (esta última es contra la leishmaniosis). Las aplicaciones de estas dos vacunas tienen que separarse por lo menos en un intervalo de dos semanas.
- La vacuna contra la tos de las perreras la recomendamos en los perros de razas braquiocefálicas (Bulldog, Boxer etc.), en los perros con patologías cardiorespiratorias crónicas y en los que pasan estancias en residencias caninas.
En gatos:
A los gatos se les vacuna contra: la rinotraqueítis viral, calicivirus, panleucopenia, leucemia, peritonitis infecciosa y rabia.
- primera vacunación a las 9 semanas (pentavalente)
- la segunda vacunación a las 12-13 semanas (pentavalente)
- para los gatos con más riesgos (sobre todo los que tengan acceso al exterior y pueden tener contacto con otros gatos) la vacuna contra la peritonitis infecciosa se recomienda aplicar 4 semanas más tarde de la ultima vacuna (alrededor de 17 semanas) y es necesario que se haga un recordatorio anual.
- para los gatos que viajan es obligatoria la vacuna de la rabia que se puede aplicar a partir de los 3 meses de edad.
- anualmente revacunación en una sola dosis.
El microchip
El microchip representa un código único que relaciona el animal con los documentos y con los datos de su propietario. Se trata de un dispositivo electrónico que se aplica bajo la piel en la región del cuello con un pinchazo a través de una jeringuilla. Se puede aplicar a cualquier animal independientemente de su especie.
Es obligatorio en perros y en cualquier animal que efectúa un viaje nacional o internacional, pero debemos recalcar la utilidad de la aplicación del microchip en gatos. Muchos de los gatos tienen acceso al exterior y es mucho más fácil que se pierda que un perro. Desgraciadamente, en la clínica vivimos demasiadas veces la situación en la que se encuentra un gato por la calle, en muchas ocasiones herido y no podemos localizar al dueño por falta del microchip. Muchos gatos se recuperarían con un simple gesto de aplicarle el microchip.
El microchip debe ser aplicado exclusivamente por veterinarios colegiados y autorizados por el Colegio Oficial de Veterinarios para su aplicación. El veterinario rellena y firma los impresos donde constan los datos del animal y del propietario y los presenta ante el Colegio Oficial de Veterinarios para que sea dado de alta en la base de datos del Registro de Identificación de Animales de Compañía de la Comunidad Autónoma.
Es muy importante que los datos del propietario sean actualizados en caso de cambio de domicilio o de teléfono para que pueda ser localizado en caso de pérdida del animal. Las modificaciones se hacen rellenando y firmando un impreso en la Clínica Veterinaria por parte del propietario del animal.