El «Ca de Bestiar» que saltó al vacio
Los problemas de comportamiento en un perro siempre son un quebradero de cabeza. Muchas veces por desconocimiento y otras debido al mal asesoramiento de uno de esos cientos de “adiestradores” que han proliferado y que por lo general están muy poco formados y mucho menos profesionalizados, llegamos a un callejón que nos parece sin salida. Para eso está vuestro veterinario y los servicios de etología que ofrecen algunas clínicas.
En la urgencia de la semana comentaremos el caso de una perra raza “Ca de bestiar” a la que un problema de ansiedad por separación la ha llevado a autolesionarse gravemente y veremos la importancia de tratar los casos de forma integral y multidisciplinar.
“Taca”, una perra de la raza “ca de bestiar”, muy simpática, sociable y a la que tratan con mucho mimo, padece un problema de ansiedad por separación que aún no se había tratado. Sus propietarios llamaron a nuestro número del servicio de urgencias veterinarias 24 horas de la Clínica Veterinaria Son Dureta informándonos que estaban de camino con su perra con lo que parecía ser una pata rota.
Les habían llamado de los servicios municipales de recogida de perros donde se encontraba “Taca” acogida tras ser encontrada herida en la calle y a través del microchip les pudieron localizar.
A primera vista parecía un atropello, pero tras la exploración de las lesiones, radiografías y ecografías, sospechamos que el atropello no fue tal, si no que había sido una caída desde cierta altura con la consecuencia de rotura de cadera y fémur.
El diagnóstico fue fractura del acetábulo derecho, fractura de pubis y fractura de cuerpo de isquion, es decir, una fractura múltiple de cadera, además presentaba varias laceraciones sin importancia. Esta lesión es típica en los perros de su tamaño (40 kg) que sufren caídas desde alturas considerables.
Su casa es una planta baja situada al borde de un terraplén; casi con toda seguridad y debido al problema de ansiedad por separación que padece, intentó salir de su hogar saltando un muro y precipitándose al vacío.
Aparte del shock por dolor y de la experiencia traumática de haber sido capturada por los servicios municipales y después confinada en una jaula, la perra, a priori, no presentaba ningún síntoma de lesión interna. No obstante, en estos casos, el protocolo dicta la hospitalización para estabilizar las constantes vitales del animal, monitorización y detección temprana de hemorragias internas subyacentes y posterior preparación para una cirugía. En los casos de trauma muy rara vez es aconsejable la intervención inmediata.
Después de que el equipo de traumatología evaluara cual sería la técnica y materiales más adecuados, se procedió a su operación. En las radiografías podemos apreciar el antes y el después de la intervención.
A día de hoy “Taca” está en periodo de convalecencia y ha empezado sus primeras sesiones de fisioterapia. Además, tras evaluar su caso de ansiedad por separación en nuestro servicio de etología, está siguiendo un programa de reeducación para solventar la causa que la condujo a tan grave lesión.
Con este caso se demuestra la importancia de tratar los casos de forma integral y multidisciplinar que es la forma en que los tratamos en la clínica veterinaria Son Dureta, ya que, aparte del servicio de urgencias veterinarias 24 horas, han intervenido el equipo de traumatología, el equipo de rehabilitación y por último el de etología, siendo este último el que podrá resolver el origen del problema.
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