Braco con gastroenteritis reincidentes
Algunos perros tienen la costumbre de tragarse todo cuanto encuentran, bien por glotonería, bien por ansiedad o por simple diversión. Con el tiempo muchos de estos perros desarrollan sensibilidad gástrica y si además le añadimos a la ecuación algún tipo de alergia, tenemos la combinación perfecta para que tengan cuadros de gastroenteritis aguda severa, lo cual les pone en serio peligro y son candidatos a las temibles torsiones, tanto de estomago como de intestino. En la urgencia de esta semana os describiremos el caso de un braco de Weimar, que ya ha tenido que ser atendido varias veces en el servicio de urgencias veterinarias 24 horas de la Clínica Veterinaria Son Dureta por problemas gástricos debida a sus costumbres de ingesta.
Prescott es un braco de Weimar tan juguetón como tontorrón, cuya pasión es jugar con piedras, trozos de madera, pelotas, trapos y todo lo que se ponga a tiro para pasárselo bomba. Lo que ocurre es que a veces alguno de estos juguetes acaba en su estómago. Prescott también tiene alergias alimentarias y sensibilidad gástrica.
Esta semana tuvo que ser atendido de nuevo en nuestro servicio de urgencias porque llevaba un día sin comer, apático, vomitando y con síntomas de dolor. Como no era la primera vez que ocurría y ya había sido ingresado por una gastroenteritis aguda debido una almendra que se había tragado y le había sentado mal, su familia acudió con celeridad a nuestra clínica.
Uno de los síntomas más evidentes de un perro con dolor abdominal (aparte de que puedan aparecer vómitos y diarreas) es que anda como encorvado e inquieto.
Prescott, aparte de los tres síntomas antes descritos, ya presentaba deshidratación y a la palpación se notaban los intestinos muy duros. Estos síntomas también son compatibles con una torsión gástrica con unaintestinal provocada por obstrucción de un cuerpo extraño. Ambas patologías son muy graves y requieren de cirugía de urgencia.
En estos casos el protocolo, además de la observación en la consulta y la palpación abdominal, consiste en hacer una serie de radiografías a diferentes horas para ver la evolución; si estas no presentan evidencias de un cuerpo extraño que obstruye, hay hacer una ecografía abdominal para saber a lo que nos enfrentamos y valorar la necesidad de cirugía.
Mientras tanto, se trata el dolor mediante medicación y la deshidratación mediante fluidoterapia intravenosa, que además servirá para enfrentarle a una posible intervención en mejores condiciones.
Conocíamos el historial clínico de Prescott, que hacía un mes escaso ya había sido ingresado con un cuadro similar a causa de una obstrucción intestinal por cuerpo extraño. Un cuerpo extraño que resultó ser una almendra de considerable tamaño que se había tragado y que tras la medicación que le hizo bajar la inflamación y le relajó los intestinos pudo expulsar por sí mismo.
En esta segunda ocasión había una evidente inflamación de la mucosa del estómago y un. En las radiografías, si bien se apreciaba la inflamación del estómago y la gran cantidad de gas en el intestino, no aparecía ningún objeto. Seguimos de nuevo el protocolo, pero en esta ocasión los síntomas desaparecieron sin expulsar nada.
Preguntamos al dueño y nos informó que se había acabado su pienso especial de componentes naturales que habitualmente toma, dado a que es un perro con alergias alimentarias y sensibilidad gástrica y le había dado momentáneamente otro que tenía a mano de menor calidad en espera de poder desplazarse para comprarlo.
La consecuencia: un cuadro de gastroenteritis aguda con dos días de hospitalización y varias radiografías. A partir de ahora seguro que Prescott no comerá otra cosa que no sea su pienso especial.
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