Un hogar para Blanco parte II
Durante más de un mes en la clínica veterinaria Son Dureta hemos tenido hospitalizado a Blanco, un gato callejero al que un alma caritativa decidió que merecía la pena dedicarle los esfuerzos necesarios para salvarle la vida. Ahora Blanco ya está en su casa de acogida.
Cuando acudió a nuestro servicio veterinario de urgencias en Palma de Mallorca, Blanco estaba en un estado muy grave, con un prolapso anal y una obstrucción de las vías urinarias.
Tras varias pruebas diagnósticas y atendiendo a su historia personal, pudimos confirmar que el origen de las patologías de Blanco era un estado de estrés por separación. En los gatos es muy común que los estados de estrés produzcan inflamaciones de la vejiga. En el caso de Blanco nos encontramos con una situación extrema y complicada debido al tiempo transcurrido antes de llegar a la clínica.
Al fin Blanco ha podido ser dado de alta del servicio de hospitalización de la Clínica Veterinaria Son Dureta.
Aquí tenéis la primera parte de su historia: Un hogar para Blanco
Durante los largos 38 días que Blanco ha estado hospitalizado, hemos llevamos a cabo una exhaustiva vigilancia 24h de su estado. Tres veterinarios, dirigidos por la especialista en gatos de la Clínica Veterinaria Son Dureta la Dra. Fernanda Canoura, se han encargado de no dejarle solo ni un momento y el tratamiento ha dado sus frutos…
Inicialmente requirió sondaje uretral permanente con lavados vesicales y un tratamiento médico combinando diferentes productos: antiinflamatorios, analgésicos, antibióticos, antidepresivos, medicamentos que reducen el espasmo uretral, combinación de suplementos con acción antioxidante, antiinfecciosa y antiinflamatoria sobre la mucosa de la vejiga. Y es que al fin y al cabo el estado de Blanco era muy grave y durante los primeros días del tratamiento temíamos por su vida.
Paralelamente en nuestro servicio de diagnóstico por imagen se le practicaron controles ecográficos semanales y en nuestro servicio de laboratorio le han hecho analíticas de control con el fin de conocer su evolución. Su alimentación ha sido y es estrictamente natural y húmeda.
A las tres semanas de tratamiento pudimos prescindir del sondaje uretral y mantenerlo con vaciamiento manual de la vejiga, medicación oral y dieta húmeda.
Tras cinco semanas de hospitalización en la Clínica Veterinaria Son Dureta se le da el alta hospitalaria con medicación oral, dieta húmeda y una evolución favorable de su vejiga urinaria.
Durante estos treinta y ocho días, Blanco se ha ganado nuestro respeto y cariño, soportando los tratamientos sin quejas, ayudando en todo lo que podía a auxiliares y veterinarios y siempre nos ha mirado a los ojos como sólo pueden hacerlo los animales… con la verdad.
Ahora por fin podemos ver al verdadero Blanco: juguetón y cariñoso, saludando a todo el que se acercaba para interesarse por su estado de salud. Sabía responder a cada uno con un empujón de su nariz o metiendo la cabeza entre sus manos. Blanco nos ha demostrado porqué merecía que nos volcásemos en su recuperación y nos ha convencido a todos de que salvarlo no era un acto vano.
Los animales saben ser agradecidos como ningún ser humano sabrá serlo nunca, con humildad, con sencillez, Blanco no ha pedido que se le salvara, pero nos ha enseñado que el valor de la vida reside en el interior de todos los seres vivos y que se manifiesta de las más diversas formas. Blanco nos ha dado a todos una lección inolvidable de solidaridad y cariño.
En la actualidad, Blanco se encuentra en una casa de acogida con visitas periódicas a la consulta para controlar su evolución y medicación, esperando el momento en que alguien le ofrezca un hogar definitivo.
¡Gracias a todos los que estáis colaborando con Blanco!
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