Una astilla en el ojo
Salir de paseo para un perro es fundamental y no solo para poder hacer sus necesidades fuera de casa, si no porque necesitan olisquear, marcar y comunicarse. También son muy necesarios para su esparcimiento y socialización con lo que obtenemos perros más equilibrados.
Esta semana describimos el caso de Duna, una perra lobo checo que tuvo un inevitable accidente en uno de sus paseos diarios por el bosque y que tuvimos que actuar en nuestro servicio de urgencias veterinarias 24 horas.
Si los paseos podemos realizarlos en zonas donde podamos soltarnos sin ningún tipo de peligro para ellos, mucho mejor, porque su nivel de ejercicio e relación con el medio es optima. Duna, además pertenece a este tipo de razas que necesitan interactuar con la naturaleza y para ella, pasear por el bosque es parte de su esparcimiento vital, ya que además se relaciona con otros perros con los que ha formado una manada de juegos.
Pero en su último paseo tuvo un pequeño percance, quizás con una rama de la cual no se percató clavándose una astilla en el ojo.
Cualquier herida en el ojo es delicada y especialmente aquellas que son punzantes y perforan el ojo ocular. Una herida en el ojo mal curada puede significar una perdida substancial de visión y en algunos caso más graves la pérdida del globo ocular.
Pero la suerte de Duna es que su familia siempre está muy atenta con lo que le pasa y se fijaron que después del paseo algo no funcionaba bien, que cerraba más de lo normal uno de sus ojos y acudieron al servicio de veterinario de urgencias de la Clínica Veterinaria Son Dureta.
Lo que pensaron que era simplemente una pequeña inflamación del párpado una vez en la clínica veterinaria Son Dureta descubrimos que era una pequeña astilla de madera clavada en ojo.
Este tipo de lesiones son muy dolorosas y exigen, antes de proceder a cualquier inspección del ojo, anestesiar al paciente. Para distinguir el alcance de la perforación se aplica además un líquido de contraste en la herida que hará que podamos ver su profundidad y que partes del globo ocular ha afectado. Una vez anestesiado se pone un separador especial para que sujete los parpados.
En el caso de Duna, como podemos apreciar en las fotografías la perforación alcanzo solo la cornea.
Las intervenciones oftalmológicas además de ser microcirugías, tienen la dificultad añadida de lo delicados que son los tejidos que conforman el globo ocular, con lo que toda precaución es poca.
Se le medicó con antiinflamatorios y analgésicos oftálmicos específicos, y para evitar infecciones se le administraron antibióticos.
Esperemos que en unas semanas Duna esté completamente recuperada y pueda lucir esos ojos color miel tan bonitos que tiene.
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